Vivimos tiempos de economía de guerra, no solo por los países en conflicto, sino también por las cosas que ocurren en el globo y que normalmente descubrimos solo cuando aparecen en las noticias; desde países atacando las acciones en bolsa de valores de otras naciones, hasta economías que “olvidaron” reportarle al mundo que sus gobiernos crearon una situación económica y social insostenible.

Pero igual, tu sales adelante, tu siempre, siempre, sales adelante.

En tiempos de tus abuelos el éxito se lograba jalando la carreta con fuerza y con persistencia. Y si querías riqueza había que despertar con el gallo y terminar el día siendo quien apagara la luz del negocio. Y no le quito mérito a eso, pero creo que en tiempos actuales hay factores que tienen también mucho peso, como la creatividad, la astucia y la visión de los eventos globales. Hoy tienes que estar listo para lo que sea, tener múltiples fuentes de ingreso y guardar comida enlatada, por si acaso, por si la pandemia, por si la tasa de interés.

Cuando cambió la modalidad de trabajo a remoto, algunos sistemas colapsaron porque no estábamos listos, pero ahora estamos más preparados, nos hemos hecho fuertes, como individuos y como humanidad. Y curiosamente la palabra humanidad tiene gran peso, pues algo que cambió inmensamente fue la fraternidad de los pueblos, y esa unidad hace mucho más complicado el trabajo de los tiranos y truhanes. Resultando en comunidades enteras reinventándose y actualizando sus sistemas sociales y económicos, por ejemplo, en poblaciones rurales tomó fuerza el intercambio de productos de necesidad básica, mientras que en las grandes ciudades se están creando comunidades de empresarios heterogéneas que se apoyan entre sí.

Para prosperar, es esencial desarrollar competencias en áreas como la tecnología, la comunicación global y la gestión de recursos limitados. Y la capacidad de aprender y desaprender con rapidez son una herramienta vital para navegar este nuevo mundo; la buena noticia, es que tu cerebro y tu corazón tienen la capacidad de adaptarse y resistir cualquier cambio. Y claro, hacer comunidad juega un papel fundamental para superar dificultades y reinventarte. Las comunidades están cada vez más interconectadas, y esta interdependencia puede ser una fortaleza si se maneja correctamente. Personalmente te puedo decir que hay personas en Chile, Perú, Ecuador y Brasil a quienes les tengo un profundo aprecio, con quienes trabajo cada día y que jamás he visto en persona.

En conclusión, la economía de guerra que enfrentamos hoy no es solo una metáfora de los tiempos difíciles, sino una realidad que exige una respuesta creativa y estratégica en donde la adaptabilidad, la preparación y la unidad comunitaria se convierten en pilares fundamentales para salir adelante. Es necesario trabajar duro, con inteligencia, con astucia y respirar profundo ante lo inesperado. Y si estás pasando por un momento complicado, tienes que saber que con creatividad, persistencia y el apoyo de tu comunidad puedes prosperar ante cualquier adversidad. Detente ahora y solo ¡respira!

La imagen de portada fue creada por la inteligencia artificial de DALL-E.